sábado, 25 de junio de 2011

Golpe de calor, un riesgo evitable

En cuestión de cinco minutos, la hipertermia o golpe de calor puede matar a nuestra mascota o dejarle secuelas irreversibles... Nosotros somos los responsables, conociendo la sensibilidad de los animales al calor y protegiéndolos.
Las mascotas son más sensibles que los humanos al calor, ya que tienen mayor temperatura corporal de base y solamente se termorregulan mediante el jadeo y el sudor por las almohadillas. Por ello, lo que para nosotros sería un calor agobiante, para ellos puede conducir a un fatal desenlace.

Principales peligros:
  • Dejarles "un momentito" en el coche, incluso a la sombra y con las ventanillas bajadas.
  • No proporcionarles una buena sombra en el jardín o la terraza.
  • Atarlos a la caseta sin sombra, la caseta no les refugia del calor.
  • No dejarles suficiente agua o dejar que ésta se caliente.
  • Disponer de suelos que absorban calor, como el cemento o ciertas baldosas.


    Hay factores que multiplican exponencialmente el riesgo: la obesidad, las enfermedades cardiacas, los problemas respiratorios (atención a bulldogs, boxer, etc), el color y la densidad del pelo (ojo con los nórdicos, los gatos persas, etc), la edad (anciano o cachorro), el ejercicio en las horas más calurosas del día, etc.

    El golpe de calor no siempre sucede en el momento de más calor. Si el animal lleva varios días expuesto a temperaturas altas, puede ir lentamente deshidratándose hasta que comienza los síntomas.

    Síntomas más llamativos:
    • Decaimiento
    • Respiración dificultosa.
    • Temblores.
    • Mucosas azuladas.
    ¿Qué hacer?
    • NO BAJAR SÚBITAMENTE LA TEMPERATURA. 
    • Humedecer con agua a 20º, especialmente cabeza, cuello y pecho. Si es posible, sumergirlo, pero jamás en agua muy fría.
    • Nunca cubrir con toallas húmedas, pero sí podemos tumbarlo encima.
    • Ofrecerle agua (que no beba en exceso) o humedecerle la boca.
    • LLEVARLO INMEDIATAMENTE AL VETERINARIO, TRAS LOS PRIMEROS AUXILIOS.



    Prevención:
    • Evitar paseos largos y ejercicio en las horas centrales del día. Aprovechar las mañanas y las tardes, y en zonas con sombras y fuentes. Especial atención a animales de morro "chato" (braquicéfalos)
    • Proveer siempre a nuestra mascota de agua fresca. Ellos tampoco se quieren beber el agua caliente, y necesitan hidratarse. Cambiarla varias veces al día si es necesario, o echar un par de hielos.
    • Asegurarles siempre buenas sombras y suelos frescos.
    • No dejarles jamás en un coche parado en verano, ni siquiera a la sombra.
    Y, como todo en esta vida, con sentido común y sabiendo que nuestros amigos aguantan peor que nosotros el calor, ¡seguro que pasamos un verano sin incidentes!